Reducir el azúcar de nuestra dieta no es tarea fácil, y sobre todo cuando muchas veces nos lo encontramos de forma oculta en alimentos y bebidas. Es cuestión de prestar atención a la hora de hacer la compra y conocer bien los productos que nos encontramos en el supermercado.

Los azúcares añadidos y refinados son perjudiciales para nuestra salud, pese a que el organismo necesite energía para funcionar y su principal fuente sea la glucosa, lo cierto es que podemos obtenerla de alimentos más saludables como la fruta. Se trata de cambiar de hábitos y optar siempre por las opciones más naturales y saludables.

Lo más importante para detectar si un producto contiene azúcar o no, es mirar su etiquetado. Pero que no te engañen, no busques sólo la palabra “azúcar”, ya que hay muchos compuestos derivados que también contienen azúcar, como podrían ser: la fructosa, la miel, el sirope de agave, la panela, etc. Por eso es necesario dedicarle unos segundos a leer en profundidad la etiqueta y no quedarse en lo superficial.

Algo a tener en cuenta es que hay productos que destacan en sus envases que no contienen “azúcares añadidos”, lo que no quiere decir que ese producto de forma natural no tenga azúcar. No hay que caer en las trampas fáciles de las etiquetas y envases.

Tampoco podemos fiarnos de las etiquetas light. El término light es mundialmente utilizado para etiquetar productos que en teoría tienen un menor contenido de grasas o azúcares, lo que no quiere decir que no contengan nada de azúcar o que sean saludables.

Otra los cambios más fáciles que podemos incluir en nuestra dieta es el de sustituir los hidratos de carbono por hidratos integrales en alimentos como la pasta, el pan, el arroz… Y apostar por los hidratos de absorción lenta. En otro post os contábamos los beneficios de los carbohidratos lentos respecto a los de absorción rápida.

En cuanto la fruta, es mejor comer la pieza entera al natural, y no en zumos o en conservas. Al exprimir la fruta y colarla, estás quitando toda la fibra, que es esencial para bajar el índice glucémico de la fruta y que tenga menos impacto sobre la liberación de insulina a la sangre y sea más difícil acumular grasa.

Con estos consejos aprenderéis a detectar el azúcar en los alimentos y saber cómo reducirlos de vuestra dieta diaria.