Sé que podrá parecer un tema curioso pero creo que más de algún paciente agradecerá que también se trate en el blog. Yo personalmente no soy muy amigo de los tatuajes ni de los “piercings” pero cómo parece que están cada vez más de moda me ha aparecido oportuno tratarlo, espero que sea de vuestro interés!
Primero de todo dejar claro que el hecho de tener diabetes no supone en absoluto una contraindicación para hacernos un tatuaje o colocarnos un “piercing”, aunque es bueno tener en cuenta una serie de consideraciones para evitarnos problemas.
Además, has de tener muy claro que los tatuajes son permanentes y que la eliminación de un piercing supone en la mayoría de los casos dejar un orificio residual o bien una cicatriz. Es por este motivo por el que debemos de estar muy convencidos (y dicho sea de paso, sin estar bajo los efectos del alcohol) antes de precipitarnos!
Allí lanzo una serie de consejos a tener en cuenta:
- Si decides hacerte un tatuaje o un piercing es fundamental hacerlo en un establecimiento de confianza y que cumpla con la normativa de sanidad. Aunque os ofrezcan precios más asequibles en otros sitios exigir siempre que el establecimiento cumpla con todos los requisitos exigidos (el gobierno concede licencias a este tipo de establecimientos y están obligados a mostrároslas).
- Es FUNDAMENTAL asegurarte de que el personal del establecimiento sepa que tienes diabetes antes de hacer nada (por lo general te lo deberían preguntar ellos antes en algún tipo de cuestionario).
- Siguiendo la primera recomendación por descontado no sería nada aconsejable que algún “amigo/a” os haga un tatuaje u os coloque un piercing en casa sin cumplir con todas la normas de higiene que se siguen en lugares cualificados para ello.
- Asegúrate de haber ingerido algo de hidratos de carbono una hora antes del procedimiento; así se reducirán las posibilidades de que sufras un episodio de hipoglucemia. Sería bueno que fueras acompañado y también es aconsejable monitorizar tu glucemia antes y durante el procedimiento.
- Si por cualquier motivo llevas unos días algo descompensado/a o no te encuentras bien sería bueno posponer el procedimiento hasta que te encuentres bien y las glucemias se estabilicen. Las personas con diabetes pueden ser más susceptibles a las infecciones y tardar más en cicatrizar, sobre todo si su diabetes está mal controlada.
- Siempre que la superficie de la piel no esté intacta existe el riesgo de que se desarrolle una infección. Es muy importante seguir todas las recomendaciones que os den en el establecimiento y estar atentos a cualquier signo de sobreinfección.
- También existe el riesgo de formar cicatrices queloides con los piercing; que pueden llegar a ser grandes y abultadas. Depende mucho de cada persona la facilidad con la que se cicatriza pero también es bueno seguir una serie de recomendaciones para evitar la formación de queloides.
- La persona que realiza el piercing debería aconsejarte sobre cómo cuidarlo. Si la zona alrededor del piercing se vuelve roja e hinchada o si notas algún tipo de exudado verdoso o amarillento, es posible que la zona se haya infectado y debes acudir al médico de forma INMEDIATA. A veces será necesario que te quites el piercing para tratar correctamente la infección.
- Si en las semanas siguientes a la colocación del piercing empiezas a encontrarte mal y tu diabetes se descontrola es importante ponerte contacto con el personal de enfermería especialista en diabetes, ya que puedes estar en situación de riesgo de desarrollar cetoacidosis diabética. En caso de confirmarse una infección debes de monitorizar muy bien los niveles de azúcar y seguir las “SICK-DAY RULES”, así como tener en cuenta cuando es necesario acudir a urgencias.
Eso es todo, ¡¡Espero os sirva de ayuda!!
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