Llevar una vida activa y saludable, abandonar el sedentarismo, caminar a diario… Son consejos que escuchamos diariamente en las noticias, en las redes sociales y hasta en la calle. Es algo que debe formar parte de nuestro estilo de vida, especialmente si hablamos de personas con diabetes. En este post os contaremos el por qué.

¿Qué relación directa hay entre caminar y la diabetes? La diabetes tipo 2 está relacionada con la obesidad y el sedentarismo, por lo que a continuación te contamos por qué caminar será realmente beneficioso para tu salud.

Cada vez que realizamos algún tipo de ejercicio, como caminar, los músculos se contraen y relajan. En esta actividad los músculos necesitan energía que la sacan del azúcar en sangre, tanto antes como después del ejercicio. Es por eso por lo que nuestro nivel de glucosa disminuye. Otro de los motivos por el cual nuestro nivel de azúcar en sangre disminuye es que aumenta la sensibilidad a la insulina.

Caminar unos 45 minutos al día sería lo ideal para notar estos beneficios, pero dependerá de la actividad a la que uno esté acostumbrado. Si no estáis acostumbrados es preferible empezar con pocos minutos e ir aumentando progresivamente. Es mejor caminar todos los días menos minutos que un día a la semana mucho rato. Lo ideal es encontrar el equilibrio y el momento para cada día mantenernos activos.

Para empezar a caminar a una velocidad rápida, deberemos prepararnos y empezar a un ritmo lento y moderado, y cuando nos sintamos activos, ir aumentando la velocidad hasta llegar a una velocidad activa.