Nuestra vida siempre tiene una vuelta de tuerca más, así es nuestra vida con diabetes tipo 1.
Cuando en tu vida aparece la diabetes tipo 1, lo primero que tienes que aceptar, es esto, la vida sigue, seguirán ocurriendo y pasando cosas en tu vida, pero pase lo que pase nosotros siempre tendremos que seguir adelante con esta vuelta de tuerca más, la que nos da la diabetes cada día. Siempre tendremos que dejar ese espacio en nuestra mente para ocuparnos de las hiperglucemias, de las hipoglucemias, de llevar todos los artilugios que llevamos encima, y de tomar todas las decisiones que sean necesarias, a nosotros en un incendio eso de déjalo todo y sal corriendo, no nos vale, por lo menos mete unas pastillas de glucosa rápida en el bolsillo antes de salir corriendo porque si no, puedes tener que dejar de correr a medio camino cuando todavía no estás salvo. Pero ese es nuestro secreto siempre encontramos la forma de llevar esas pastillas extra en el bolsillo.
Desde que mi hija fue diagnosticada, tuve miedo a verme en una situación de peligro, en una situación límite, simplemente tenía miedo a quedarme encerrada en un ascensor, me agobiaba, ya no os cuento a ponerme yo enferma aunque solo sea de forma temporal y a no poder cuidarla, intento que sea lo más autónoma posible, pero hay cosas que una niña de 11 años todavía no puede hacer sola, y es complicado enseñar a otros, mi marido viaja mucho por trabajo y al final no es tan fácil nuestra situación, muchas veces soy yo la que estoy sola con ella manejando su diabetes tipo1. Sé que son solo miedos y todas estas situaciones no tienen porque pasar, siempre quise pensar que no viviría una situación así y que si la vivía estaría controlada y preparada, pero lo que nunca imagine, es que me tendría que enfrentar a una situación como la que estamos viviendo con un virus como COVID-19.
Ante esta situación han sido muchos lo que me han escrito y me han comentado sus miedos y preocupaciones como padres de niños con diabetes tipo 1, además de estar preocupados como el resto de padres, por la salud, por la economía, y por todo lo que este confinamiento supone, abastecerse de comida, entretener a nuestros hijos, teletrabajo, deberes, los dt3, tenemos nuestra vuelta de tuerca más, tenemos que preocuparnos por los suministros de insulina y artilugios para nuestros hijos, de que nuestros hijos no se pongan enfermos, de no ponernos enfermos los padres, y tengamos que quedar aislados porque en la mayoría de casos por no decir en todos, los padres somos los únicos que llevamos el control de nuestros hijos, control que estos días se hace más difícil todavía, control que obliga a cambiar dosis, y a inventar comidas bajas en carbohidratos pero al mismo tiempo que cubran sus necesidades y que no nos obliguen a bajar al supermercado demasiadas veces porque debemos disminuir riesgos, los abuelos en estos momentos no nos pueden ayudar, precisamente ellos más que nunca deben estar a buen recaudo, así que la presión de estar bien es mayor, porque no tenemos plan B.
Pero entonces también os digo, que es cuando saco de mí, los mejores recursos, no dejo de sorprenderme a mí misma, soy una cobarde os lo aseguro, tengo muchos muchos miedos, pero también os digo que ese miedo sabe hacer que mi ingenio se multiplique por 200, y al final salimos adelante, saldremos adelante, sacando de la manga todos esos ases que hagan falta para superar esta situación con éxito, y las que vengan, ese es el poder de los dt3, aunque nuestra vida tenga una vuelta de tuerca más, en momentos difíciles o en momentos en lo que todo se complica, siempre sabemos sacar esas pastillas de glucosa extra del bolsillo, o lo que sea que nuestros hijos necesiten.
Podremos con esto y ahora sabremos que somos todavía más fuertes.
